Una reunión de trabajo en la cual tienes que hablar ante la gente tiene mucha importancia, ya que tendrás que transmitir tus ideas en palabras compresibles para la gente, y el público que tendrás es muy variable, desde compañeros a jefes como representantes de otras empresas.
No se puede tener el mismo discurso en todas las situaciones y por lo tanto tenemos que cuidarlo, si por nuestro cargo o puesto de trabajo tenemos que tener muchas reuniones diarias, es importante que se sigan unas pautas que se deben aplicar y adaptar según la reunión.
Con los compañeros por ejemplo, es importante que se tenga un tono más relajado, conciliador, y sobretodo enérgico, es importante que si tienes responsabilidad sobre el proyecto, tienes que demostrar que mandas, pero sin excederte y sin sobrepasarte con ellos nunca, ya que perderás todo el respeto en un momento.
Si es con jefes, es importante ser paciente y comedido, saber medir las palabras, y controlar las emociones, si no tienen interés sobre la materia que le tienes que explicar, muéstrate paciente y comprensivo y preparado para todo tipo de preguntas en todo momento. Aunque si tienes que defenderlo, defiéndelo, haz ver que es importante, pero siempre dialogante.
Y si en cambio, tenemos que conseguir dinero para la empresa o vender algún producto, el tono siempre es más acorde de cómo vaya la reunión, es importante exponer de forma clara, precisa, y acentuando las sensibilidades del cliente, por lo que nuestro discurso tiene que ser fluido, alegre y conciliador.